De todos y de todo podemos aprender cosas

El titulo suena obvio, pero hoy me he dado cuenta (en realidad me he dado cuenta antes, pero hoy lo volví a pensar).

Hasta las persona que jamás esperarías palabras sabias, tienen su momento. Y, por supuesto, están las que cumplen las expectativas cabalmente.

En estos días me han pasado cosas tristes, he hecho cosas torpes y viscerales, pero aparte de mis “pastelazos”, me he dado cuenta que las cosas nunca son como uno las piensa.

Esto me recuerda a lo que comentaba con una amiga: siempre que uno piensa las cosas no pasan. Y cuando piensas en algo que quieres que pase, te pones triste porque lo pensaste, entonces por pensarlo no ocurrirá. Pero después te vuelve el ánimo, porque pensaste en que no ocurrirá, entonces hay posibilidades que ocurra. Pero lo volviste a pensar, entonces no ocurrirá jajaja y así sucesivamente hasta llegar a cien.

Entonces cuando uno llega a pensar “no, ella jamás sería así”, hay que preocuparse. Aunque todo esto suena a superstición y a creencias intrínsecas a nosotros que nos impiden entrar en estados capacitivos, que nos permitan ser proactivos y positivos.